Fin del viaje.

No se por donde empezar, han pasado 24 horas desde que llegábamos al aeropuerto, todos de azul y con nuestra medalla al cuello. En el avión, quien más quien menos preguntaba de donde veníamos, que habíamos hecho, quien éramos. Mirabas a lo largo y ancho del avión y podías ver, unos más alante, otros más atrás, a 14 niños con ganas de llegar a casa, con cara de felicidad por lo que habían acabado de pasar en los últimos 6 días. Otros dormían, y es que el camino ha sido largo y duro.

Ha sido largo, más de 7000 km en coche, avión, autocar y tren, pero no importa, íbamos juntos y a hacer lo que más nos gusta, jugar al fútbol. La distancia no importa, y menos cuando se va con las ganas y con la ilusión que teníamos todos el miércoles 24 de junio, a las 9 de la mañana en Girona esperando el primer vuelo. Fueron algo más de 3 horas de vuelo, en el que todos juntos empezamos a ver que lo que estábamos haciendo era algo especial. A las 14.30 teníamos nuestras maletas y salimos del aeropuerto, donde nos esperaba el conductor de un autobús que nos llevaría hasta Estocolmo.

Tras la foto de rigor en el aeropuerto, cogimos el autocar que recorrió los 90 km que separaban el aeropuerto de la estación central de tren de Estocolmo. Pasando pocos minutos de las 4 de la tarde llegábamos a la estación, donde 2 chicas de la organización del torneo nos esperaban para llevarnos a comer, costeado por la organización. Se acercaba la hora de coger el tren, y en la estación empezaban a aparecer equipos, muchos equipos, de diferentes nacionalidades (los había suecos, italianos, de Uganda...). La cosa se ponía interesante, y todos teníamos ganas de montar en el tren que nos llevaría por fin a destino, PITEA. Unas cuantas compras para el viaje, y la organización comprando bocadillos, bebidas y fruta para que no nos faltara de nada en el tren.

Son las 6.30 y empezamos a movernos, quedan 45 minutos y nos dirigimos al tren. Es un tren antiguo a primera vista, bastante grande. El andén se estaba llenando de equipos, ya que el tren estaba fletado exclusivamente para el torneo. 60 personas por vagón, y 9 o 10 vagones formaban la expedición de equipos que cogerían el tren. El viaje en tren empezó a las 19:15 y la llegada fue a las 9:40 de la mañana siguiente, para recorrer los más de 900 km que separa Estocolmo de Pitea. Muchos paseos, mucha gente en el tren hasta las 12 de la noche, cuando todo empezó a tranquilizarse y la gente empezó a dormir.

Al llegar a Pitea nuestra guía nos esperaba, para dejar las maletas en un camión que las llevaría a nuestro colegio, mientras nosotros andábamos durante 5 minutos para llegar allí. Una vez recogidas las maletas, nos llevan a nuestra clase. 20 colchones inflables, con sus mantas, sábanas y almohadas nos esperan. Nos acomodamos y antes de las 12, a comer.

Los horarios eran muy raros, además ya empezábamos a darnos cuenta que era verdad, la noche allí no existe. Después de comer, hacer los papeleos necesarios para entrar en el torneo, ver un poco donde estábamos y tal, fuimos a cenar (a las 5 de la tarde, poco mas). Después de eso, el jueves, había un par de partidos de los equipos principales de la ciudad. A las 7 fuimos a ver el partido del primer equipo femenino, que juega en la máxima división sueca, partido que perdieron por 0-2. Tras eso, hicimos un pequeño reconocimiento del campo en el que tendríamos que jugar al día siguiente y nos fuimos para el colegio. Eran las 10 y el sol seguía ahí, mientras los niños jugaban en el patio buscando nuevas amigas. Eran casi las 11.30, y aún siendo de día intentamos entrar para ir a dormir. Al día siguiente jugábamos a las 8 de la mañana, por lo que a las 6 teníamos que estar en pié. Comimos unas cuantas cosas que la organización nos daba cada día por si en la noche nos entraba hambre y nos fuimos a dormir.

Viernes, las 6 de la mañana y suena el despertador. Ha costado pero algo se ha dormido, y es que dormir siendo de día es complicado. Son las 6 pero parecen las 11, las maletas están preparadas y tras desayunar, nos vamos a jugar. Recorremos los 10 minutos que nos separan del campo andando todos juntos, animados y concentrados, ya que realmente, después de 2 días, empezaba lo bueno, el fútbol!

Empezamos bien, ganamos 2-0 el primer partido contra el Alta IF Noruego, pero sobretodo hicimos un gran partido, jugando todo el rato el balón y teniendo buenas sensaciones, parecía que el viaje no nos pasaba factura. Una ducha rápida y a las 12 a comer, que a las 2 jugábamos un partido. Había que ir andando, y el camino fue de 25 minutos a pleno medio día, al borde de un lago. Al llegar al campo nos encontramos con un hombre que vino a vernos. Era de Barcelona! Que suerte, alguien con quien nos podremos comunicar todos! El hombre estaba allí con su familia, ya que tenía amigos allí, y al ver en el periódico local que jugábamos allí decidió ir a vernos con un amigo. El partido acabó bien, 4-0 contra el Notvikens sueco y mejorando las sensaciones de la mañana, con un gol de David a lo Messi que bien le valió una entrevista para el periódico local, ya que alucinaron con el gol. En este campo no había duchas, por lo que nos cambiamos de ropa y fuimos al colegio, donde nos duchamos y fuimos a cenar.

Después de la cena teníamos la desfilada del torneo, el viernes, cuando ya todo el mundo había jugado algún partido. La desfilada la encabezaba una banda de música, seguida de un representante de cada país que había en el torneo, y después el resto de los 667 equipos participantes, con sus banderas, sus cánticos… Se recorrió la parte más central del pueblo, un pueblo que salió totalmente a la calle para ver el desfile, subidos a muros, en ventanas, por las calles… Tras esto, un rato de tiempo libre para jugar y a dormir.

Entramos al Sábado. A las 9 acabábamos la fase de grupos, por lo que otra vez tocaba madrugar. A las 7 nos levantamos para ir a desayunar y estar preparados para ir a jugar. El partido fue fácil (victoria 9-0 contra el Medkila Noruego). Y allí estaba el amigo barcelonés, que se enganchó al equipo y empezó a seguirnos a todos los partidos, viniendo cada vez con más amigos locales para animarnos. Al final, más de 15 personas estaban allí, en cada partido, animándonos. No estábamos solos, y eso ayudó al equipo. Tras este partido, teníamos la clasificación como primeros y pasamos a dieciseisavos de final. El partido fue a las 15:00 h contra Sandåkerns SK Vit, ganando 5-0 en un partido marcado por la tormenta que nos cayó nada más empezar.

Pasamos a octavos, donde nos encontramos con el FKSaltdalkamerat. El partido fue muy igualado, con un resultado final de 2-2 que se tuvo que decidir en una tanda de penaltis muy larga con el resultado de 9-8 a nuestro favor. Ya estábamos en cuartos, aún siendo de manera agónica. Eso hacía que, a las 8 de la tarde y tras 3 partidos, tubieramos que ducharnos para ir a dormir pronto, ya que al día siguiente volvíamos a jugar a las 8 de la mañana los cuartos. El amigo barcelonés disfrutó en el último partido que pudo ver, ya que al día siguiente por la mañana volvía para Barcelona.

Tras el enésimo madrugón del viaje, jugamos los cuartos de final el domingo a las 8 de la mañana en el mismo campo que los octavos contra el equipo local, el Pitea IF. El partido fue más cómodo de lo esperado y se solventó con un claro 5-1. El amigo barcelonés ya no estaba, pero aun así habíamos conseguido enganchar a sus amigos de Pitea, que incluso vinieron a animarnos contra el equipo de su pueblo, algo grande estábamos haciendo. Nos metimos en semifinales, había que cambiar de campo y jugar a las 11, por lo que había el tiempo justo para cambiar de campo y descansar media hora.

A las 11 empezábamos la semifinal contra el Floya IF. Un equipo que físicamente nos doblaba y que contaba con mucha gente mayor a la edad estipulada. El partido, marcado por las decisiones arbitrales y por el físico tuvo la parte más negativa con la lesión de Nil, que sufrió una fractura de radio de la que ya se recupera en casa. Con todos estos problemas el equipo se desconcentró, y tras hacerse con el partido aún perdiendo 1-0, dos decisiones puntuales del árbitro propiciaron 2 goles en contra que hundieron definitivamente al equipo, hasta acabar con un resultado de 4-0 en contra. Todo el equipo se vino abajo, ya que el trabajo de 7 partidos se había venido abajo en un momento, con un compañero en el hospital y con la rabia de no haber podido ganar contra las injusticias del partido.

Pero no había tiempo de lamentarse, eran las 12 y a las 2 teníamos una nueva oportunidad de resarcirnos en la final de consolación. Mientras Nil se encontraba en el hospital, el equipo dio la cara en todo momento y se hizo con la tercera plaza ganando por 1-3 al IL Norild, con remontada incluida. El fútbol fue justo esta vez y nos premió el esfuerzo con un más que merecido tercer puesto.

En la entrega de trofeos, además se nos reconoció como el equipo que mejor juego practicaba, incluyendo su comportamiento tanto dentro como fuera del campo, lo cual hacía más importante lo que allí habíamos conseguido. Sin tiempo a saborearlo, mientras Nil acababa de recibir el diagnóstico en el hospital, el resto del equipo recogía las maletas, ya que por desgracia todo había acabado muy rápido y teníamos que volver.

Volvimos a la odisea, el tren dejó Pitea pasadas las 8, y esta vez el viaje fue más tranquilo. El cansancio hizo mella en todos y pronto fueron cayendo dormidos. A las 9.30 estábamos en Estocolmo, donde tras las compras de rigor, cogimos el autocar a las 16:30 que nos dejó en el aeropuerto para volver a casa.

Y allí estábamos, esperando las maletas mientras todos los padres y familiares esperaban en la puerta a que saliéramos, al grito de campeones.

Ya ha pasado un día, y poco a poco te vas dando cuenta que lo que acabamos de pasar los 19 que hemos estado allí ha sido algo único, que quizás no podamos volver a repetir nunca más.

Y es por eso que desde aquí quiero dar las gracias a todos, padres, madres, familiares, club, a todos los ayudantes y a los jugadores por demostrar que todo esfuerzo SIEMPRE tiene su recompensa, y esta vez la recompensa no ha sido ni quedar terceros, ni haber ganado la copa al mejor juego, la recompensa está escrita en forma de felicidad y orgullo, orgullo por ver como todos los niños volvían con esa felicidad marcada en los ojos, sabiendo que nunca lo olvidarán.

Así que desde aquí, quiero dar las gracias a toda la gente que confió en nosotros cuando les propusimos este viaje, pero especialmente a todos y a cada uno de los que voy a nombrar a continuación:

Manu, A. Luque, Joel. Los tres no formaban parte del infantil B durante la temporada, pero cuando se les ofreció venir aceptaron aún sin haber estado con nosotros y sin conocernos, y se han integrado como el que más. Gracias por habernos ayudado en todo lo que habéis podido.

Kevin, David F., Víctor, Genís, Nil, Albert, Gerard, Sergi, Candi, Fran, Arnau. Gracias a los 11, por el año entero que he podido pasar con vosotros y que habéis culminado con este gran torneo. A muchos os seguiré viendo, a los que ya no seguiremos juntos el año que viene, gracias por los 2 años que hemos vivido juntos. Yo no los olvidaré, espero que vosotros tampoco.

D. Luque, Alberto Caballero, Antonio, Isaac. Entre todos hemos conseguido que esto haya salido sobre ruedas, por lo que gracias por la ayuda que nos habéis dado a Isaac y a mí, que fuimos los que hace ya más de 2 meses decidimos embarcarnos en este proyecto.

Espero que todos tengáis la misma sensación que me llevo yo, es un viaje que nunca olvidaré por las horas que le he dedicado, pero sobretodo por el resultado que al final nos ha dado. Este blog estará abierto hasta que alguien lo borre, ya que aquí hay muchos recuerdos y más que iré subiendo con tiempo, aunque a nivel personal, me llevo recuerdos que no se pueden expresar ni con palabras, ni con imágenes.

Gracias a todos los que habéis seguido el blog, espero que os haya servido para vivir un poquito lo que nosotros estábamos disfrutando allí, gracias por los comentarios de ánimo que hemos estado recibiendo dia tras día, incluso de gente que no nos conoce, ya sea en el blog, o en el foro. Los chavales lo han agradecido mucho, ya que les gustaba ver que comentaba la gente desde la distancia.

Sin más, como he dicho, iré subiendo más videos del viaje para que todo el que quiera pueda verlos.

Gracias a todos,

Alberto.